Vacaciones Santillana
Una semana fuera de mi casa, una semana ni más ni menos. Cuando llegué al portal no me lo creía. Volver a oler mi sofá, mi cama, mi arenero, todo, todo, me parecía maravilloso. Yo no sé porque la capulla de mi dueña se empeña en ir a la playa a 100 kilómetros de distancia y lo que eso conlleva, dormir fuera. Cuando me dijo: venga Bicos, para el transportin… yo ya temblaba. Una de dos, o me llevan a junto la bruja rubia que siempre me cura o vamos de vuelta para la protectora donde están Carraspeiro y Pulgoso.
Pero en cuanto entramos en la autopista a una velocidad infernal, yo ya dije: Va a ser que no.Mis maullidos lastimeros no funcionan. A la vuelta intentaré llamar la atención de otra forma, dejarme que piense.
Cuando por fin se paró el coche y entramos en esa casa… creí morir. No había ruidos de coches, ni de camiones, como en mi casa. Aquí era todo silencio.
Menos mal que me dejaron dormir donde me apeteciera. Dormí en el escritorio, en el sofá, dentro del armario… claro, como les daba pena, me consentían.
Había una señora muy cariñosa que no dejaba de achucharme, me llamaba “a nosa jatiña” que debe ser “nuestra gatita” pero yo no me dejaba achuchar y en cuanto me daba chance ya me escapaba. Así durante una semana.
A la vuelta, otra vez para el transportin. Pero esta vez, me senté con mi dueña atrás en el coche y me tumbó sobre mi mantita preferida. Ni la mantita hizo que me relajara. Empecé con los terroríficos maullidos y de repente, mi dueño frena bruscamente y ya no pude contenerme. Lo sentí tanto…. Mi dueña decía: Santo Dios! Para el coche donde puedas que esta gata no para de cagar! Yo no quería, lo juro, pero mi barriga no me dejaba.
Estuvieron limpiandome 15 minutos, yo quieta como una vara, mi dueña estaba algo cabreada… Me metieron en el transportin y así hasta llegar hasta mi maravillosa ciudad, con sus coches y sus camiones que no dejan de hacer ruido.
Cuando pensaba que ya estaba a salvo, va mi dueña y me dice: Venga, a la ducha.
Pero si eso ya me lo limpio yo, mujer, no hace falta que me metas en la bañera…Ni caso. Cuando todo terminó me dice: Y como te vuelvas a cagar, para la semana mas….
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vanessa -
Dreidre -